Con seguridad alguna vez has escuchado el término “reserva económica internacional”, sin embargo ¿sabes cuál es su utilidad? De acuerdo con el Banco de México, las reservas internacionales son activos financieros que el banco central invierte en el exterior y que pueden ser fácilmente convertidos en medios de pago.
Estos son los recursos monetarios externos de los que se pueden disponer de forma inmediata, que están bajo el control de la autoridad monetaria. Las reservas se constituyen fundamentalmente por oro monetario, divisas, billetes de países con monedas estables y fuertes como el euro y el dólar.
En el país estas reservas son gestionadas por el Banco de México, en concordancia con el artículo 18 de la Ley que rige a este Instituto Central; el objeto de poseer una reserva económica internacional, es el de coadyuvar a la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional. Esto es posible gracias a la compensación de la balanza de pagos, en un sentido más claro: las diferencias entre los ingresos y egresos de divisas en un país.
Las reservas económicas tienen diversos propósitos, los analistas económicos apuntan a que un cúmulo sólido de reservas, ayuda a proteger el de la volatilidad. Se emplean también como seguro para enfrentar inestabilidades macroeconómicas y financieras, de procedencia interna o externa.
En México a partir de 1995, el Banco de México ha elevado los activos de las reservas internacionales hasta niveles históricos. Al 30 de septiembre de 2013, estas sumaron 137 mil 962 millones de dólares. Esta es una suma considerable si se toma en cuenta que México es un país en vías de desarrollo.
La gente podría preguntarse ¿por qué no utilizar estos recursos en infraestructura o programas gubernamentales de educación, salud, combate a la pobreza? La respuesta es que las reservas internacionales sólo están disponibles para el banco central, pero de ninguna manera pertenecen ni representan un ahorro del gobierno, por lo que el estado no puede disponer de ellas con libertad.
Una reserva económica internacional puede utilizarse para: sustentar desequilibrios en la balanza de pagos, intervenir en la regulación del mercado cambiario, conservar la solidez en la confianza de la moneda nacional y finalmente financiar el pago de la deuda externa.
Adair Rodríguez
UTEL Editorial