Normalmente solemos catalogar a las personas en dos tipos: extrovertidos e introvertidos, si bien todo individuo posee ciertas características que lo hacen un ser único e irrepetible, es común que un tipo de actitud termine por definirlo. ¿Qué tipo de personalidad tienes tú?.
De acuerdo con la psicología analítica del suizo Carl Jung, la libido o energía psíquica, representa todas las fuerzas de la vida, de este modo el inconsciente es el impulso y la vitalidad del Yo. Jung sostenía que los individuos desarrollan formas de pensamiento a través de los años, a esto le denominó arquetipos, es decir, representaciones mentales típicas de asociación.
Los arquetipos desempeñan un rol importante en el moldeamiento de la personalidad, para Jung la persona, cuya etimología proviene del término latino: “máscara”, es un elemento que proyectamos ante los demás, una coraza que se nos circunda entorno a nuestro Yo interno. De este modo Jung deliberó que existen esencialmente dos tipos generales de actitud, que hacen que las personas puedan ser introvertidos o extrovertidos.
Bajo el enfoque de la psicología analítica, los extrovertidos dirigen su atención al mundo externo, tienen un interés activo en la gente y los eventos que suceden a su alrededor. En tanto los introvertidos están ensimismados en su mundo interior, concentrados en sus propios pensamientos y sentimientos, tienden a ser poco sociables y carecer de confianza para tratar con otros.
A partir de lo anterior y las características desarrolladas a continuación, identifica si eres una persona introvertida:
■ Tendencia a aislarse. El común denominador de las personas introvertidas es la sensación de sentirse solo, a pesar de estar rodeados de una multitud o grupos numerosos.
■ Analíticos y escrupuloso. Una de las características de la introversión en los individuos es ser muy meticuloso en tareas que requieren largas jornadas de trabajo creativo, por ejemplo: escribir, pintar, componer, esculpir, etc. Su capacidad de pensamiento abstracto les hace visualizar panoramas generales y ser detallista en lo que para otras personas pareciera trivial.
■ Sostener monólogos internos. Estas personas suelen actuar concienzudamente, son calculadores y miden el alcance de sus palabras, esto a raíz de que mantienen largas conversaciones consigo mismos; cuando llega el momento de hablar siempre tienen algo atinado que decir ya que por lo general sus comentarios suscitan interés.
■ Representan más edad. Son personas reflexivas y tienen cautela al actuar; causan la impresión de ser “más maduros”, su modo pausado y personalidad sosegada refuerzan este efecto.
Si te has identificado con alguna característica que define a una persona introvertida, es probable que tengas una tendencia a serlo. Recuerda que no es algo “malo”, desafortunadamente un arquetipo social es señalar al líder o “ganador” como alguien extrovertido, tal aseveración no es una regla general, se trata más bien de encontrar un equilibrio entre estos dos rasgos para ser mejor persona.
Adair Rodríguez
UTEL Editorial