Debatir sobre el concepto “inteligencia”, ha sido materia de estudio de la psicología y la pedagogía durante décadas, ¿Qué significa para ti dicho término?.
Cuántas veces hemos escuchado frases como: “ese niño es bien listo”, “salió bien abusado” o “es avispado en todo”, expresiones como estas hacen suponer que la inteligencia es subjetiva y depende del concepto individual. Sin embargo esta se puede evaluar a través de pruebas diseñadas para medir las capacidades mentales generales de cada persona.
La Escala de inteligencia de Stanford-Binet, es una prueba diseñada por la Universidad Stanford a cargo de L.M. Terman, la cual ayuda a conocer el “coeficiente intelectual o CI”, es decir, el valor numérico otorgado en las puntuaciones de una prueba para medir la inteligencia. Esta se aplica de manera individual por un examinador y tiene formato de entrevista.
El CI establecido por Terman, se obtiene determinando la edad mental de una persona, dividiéndola entre la edad cronológica y finalmente multiplicando el resultado por cien. Los reactivos de esta prueba varían de acuerdo con la edad de cada sujeto, dicha prueba es recomendada preferentemente para niños, adolescentes y adultos jóvenes.
La versión contemporánea de La Escala de inteligencia de Stanford-Binet, comprende 15 subpruebas y mide cuatro tipos de habilidades mentales, que de manera generalizada se consideran componentes de la inteligencia, estas son: razonamiento verbal, razonamiento visual-abstracto, razonamiento cuantitativo y memoria a corto plazo.
La psicología no ha cesado en la búsqueda de estudios que develen el origen de la inteligencia, en la actualidad son tres las teorías más aceptadas acerca de la materia. Estas son:
- Teoría tríarquica de la inteligencia de Robert Sternberg. Apela a que existen tres inteligencias; la analítica, que refiere a la habilidad de aprendizajes nuevos, resolución de problemas y desempeño de tareas con eficacia; inteligencia creativa, esta describe la capacidad de adaptarse, la flexibilidad y usar nuevos conceptos, y Finalmente la inteligencia práctica que tiene que ver con la velocidad de respuesta ante problemas prácticos.
- Teoría de las inteligencias múltiples de Gardner. Indica que son ocho las competencias que la persona desarrolla y que en suma constituyen su inteligencia real, estas son: lógico-matemática, lingüística, espacial, musical, cinestésica-corporal, interpersonal, intrapersonal y naturalista.
- Teoría de la Inteligencia emocional de Goleman. Se refiere a la efectividad con la que la gente percibe y entiende sus propias emociones y la de los otros, además de describir con eficiencia a aquella que maneja su conducta emocional.
La pedagogía se ha beneficiado de estas teorías para aplicar nuevos modelos educativos que fortalezcan las competencias de los estudiantes, ya sea para diseñar material didáctico o para tratar de desarrollar el potencial del alumnado.
Adair Rodríguez Angeles
UTEL Editorial
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