El coach ejecutivo, orientado a objetivos empresariales

Hoy en día es inaceptable pensar que una empresa funciona y es exitosa por sí misma.  Como ya se sabe, los empleados son el motor de una compañía y de ellos depende el buen funcionamiento de la misma.

Es por eso que en los últimos años se han incrementado los beneficios y la calidad laboral en pos de que los empleados se sientan felices, cómodos y con un sentido de pertenencia hacia el lugar en donde trabajan, ya que está comprobado que un empleado que es feliz y se siente seguro y cómodo con su puesto, representa mayor productividad y por lo tanto, mayores ganancias para la empresa.

Sin embargo, hay quienes necesitan de una constante fuente de motivación para realizar su trabajo de la mejor manera posible, así como para buscar orientación y retroalimentación en sus labores. Es aquí donde la figura del coach ejecutivo entra en juego.

Un directivo o jefe no precisamente es un líder. Para llegar a serlo, se necesita más que sólo autoridad hacia los empleados. Según Richard Leider, pionero en el coaching ejecutivo y Fundador y presidente de Inventure Group, un líder se desempeña mejor cuando actúa en armonía con él mismo, lo que se traduce a que si un líder tiene seguridad y metas bien establecidas, será capaz de transmitir esas emociones positivas a su equipo de trabajo para así lograr los objetivos planteados.

Según Leider, la labor de un coach ejecutivo consiste en dos aspectos principales: incrementar las utilidades de la empresa de manera rápida y  generar estrategias para que los empresarios tengan más tiempo para ellos mismos y dejen de trabajar “en” su negocio y comiencen a trabajar “para” su negocio.

Gracias a esto es que los equipos de trabajo, bajo la asesoría de un coach, logran los objetivos en menor tiempo, aumentando la productividad. Sin embargo, para mejorar estos aspectos no sólo se necesita de un cambio de estrategia sino también de un cambio de actitud, tanto del líder del equipo como de los subordinados.

Desde el apoyo moral hacia las ideas, progresos y logros de los empleados, hasta la capacitación para cambiar de conocimientos, habilidades, competencia y capacidades para anticiparse al mercado de futuro permiten a la organización tener mayor control sobre su destino.

El trabajo de un coach ejecutivo se trata de extraer el potencial que hay en otra persona, para que de esa manera se obtenga a un ejecutivo que sea un líder más eficiente y auténtico y que sea capaz de realizar un cambio significativo para la empresa.

Celeste Cuevas Fernández 
UTEL Editorial 

La labor de un coach ejecutivo | Blog - UTEL