Es probable que en algunas ocasiones te hayas preguntado ¿Es esto una cita? ¿O solo pasar el tiempo? Cuando es evidente que no sabes si las intenciones del momento son amorosas o simplemente fraternales; aquí te explicamos un poco el porqué de esta ambigüedad.
El amor y la forma en la que las personas se relacionan cambian según las culturas y a través del tiempo. En la época moderna, para algunas personas, existe un cierto tipo de ambigüedad en las citas y entre el “solo pasar el tiempo”. De acuerdo al renombrado psicólogo de la Universidad de Denver, Scott Stanley, esta confusión tiene sus razones en el fondo de nuestra cultura y nuestro comportamiento.
Stanley explica que esta confusión ha venido presentándose en las dos últimas décadas y que está profundamente anclada a los deseos y miedos de los individuos. ¿Cómo es posible que esta ambigüedad pueda ser deseada y al mismo tiempo frustrante? Es deseada porque mantiene al individuo a salvo de los temores emocionales que conlleva el compromiso y la pérdida. Es evidente que cuando no mostramos sinceramente a quien es que queremos, no corremos el peligro de ser lastimados al sentir un rechazo.
Todo esto nos lleva a la idea de que en tiempos de la modernidad, el amor es considerado como algo riesgoso, algo que involucra un sacrificio. Por un lado, aunque muy adentro nos sentimos atemorizados por buscar el amor, inconscientemente lo hacemos todos los días como una pulsión permanente. Ya que a fin de cuentas, al final de nuestra búsqueda está la seguridad, sentimos un cierto miedo, en nosotros cuando nos encontramos ante un posible apego emocional.
De ahí que las citas ambiguas sean comunes en nuestros tiempos, pues permiten la posibilidad de que dos personas se conozcan sinceramente, sin la obligación, ni la presión social de mostrarse vulnerables emocionalmente.
De acuerdo con Stanley, otra de las razones por las cuales existe aversión al compromiso, es por un incremento en la inestabilidad familiar en las últimas décadas.
Ernesto Uranga
UTEL Editorial
Las relaciones de pareja en el siglo XXI definitivamente han evolucionado al ritmo y velocidad en que la misma sociedad lo ha hecho. La transformación en los roles de lo que hasta hace no mucho tiempo era considerado lo masculino y lo femenino han acarreado su dosis de incertidumbre, pues muchas veces cómo comportarnos ante una posible relación de pareja.