Ser una mamá ejecutiva, no es una cuestión fácil, de hecho se pueden considerar dependientes la una de la otra.
Una mujer triunfadora en todos los aspectos de su vida refleja sus triunfos y su esfuerzo en cualquier lugar en el que se encuentre. Un elemento fundamental para proyectar esta imagen radica en la ropa, maquillaje y accesorios que use, particularmente para asistir a la oficina.
Una madre ejecutiva exitosa debe hacer una cuidadosa elección al momento de comprar su ropa y pensar que está desarrollando una estrategia de marketing personal en la cual el “producto” a la venta es ella misma, teniendo en cuenta que su imagen es la que va a posicionar su “marca” ante otros competidores o el público meta, es decir, jefes y colegas de trabajo.
La imagen que debe transmitir una mujer ejecutiva con un puesto de mando, es de profesionalismo, bienestar y equilibrio integral en su vida.
David Navarro, director de Imagen Excellence comenta que: “la mujer es la tomadora número uno de las decisiones, siempre debe de estar presentable y comunicar que está lista para ser ejecutiva, madre y esposa”.
Hay ocasiones en las que el tiempo es el peor enemigo de una mujer, los conjuntos en colores sobrios que contengan lindos detalles son los mejores amigos cuando se lucha contra el reloj, ya que permiten ahorrar minutos valiosos que pueden ser utilizados en atender a los pequeños.
Las blusas son un factor clave, tener gran variedad de estas le dan frescura a un atuendo, sin dejar a un lado el importante papel que desempeñan los zapatos; en este sentido nunca es recomendable asistir con sandalias, tenis o flats al trabajo. En cuestión de accesorios casi siempre se ven bien y ayudan a dar un toque personal, aunque es importante no abusar de ellos, por lo que algunos expertos recomiendan usar máximo tres.
La moda cambia constantemente, así que prestar demasiada atención a las prendas de temporada en ocasiones podría ser contraproducente. Es por eso que en cuestión de estilos es necesario balancear lo que es práctico, versátil, elegante y bonito.
Adrián Márquez Duarte
UTEL Editorial