La ansiedad nunca se va a eliminar por completo, pero siempre hay formas de reducirla y controlarla. En ocasiones nos abruman los sentimientos de incertidumbre y desasosiego. Generalmente, la ansiedad aparece cuando nuestra función biológica que nos hace estar “alerta” se expande a otros elementos de nuestra vida.
Usualmente, los sentimientos de ansiedad provienen de situaciones que no concuerdan con nuestros planes, con algunos proyectos laborales que se encuentran retrasados o inconclusos, o cualquier escenario proveniente de lo que nos roba la mayoría de nuestra atención. Casi siempre es el trabajo.
Para poder solucionar un problema es preciso identificarlo con exactitud, reconocerlo y buscar la forma de reducirlo. Cuando la ansiedad se presenta podemos recurrir a las cosas más sencillas, como por ejemplo aquellas actividades diarias que por sencillas, disfrutas, como leer un poco antes de dormir, o tocar algún instrumento. Es importante recurrir a los hábitos que nos producen seguridad y calma, debemos observarnos a nosotros mismos y saber a qué respondemos de forma positiva, y a qué de forma negativa.
Recordemos que la ansiedad en muchas ocasiones surge en relación con nuestra forma de ver las cosas, con cierta conexión a nuestras emociones. Si hemos tenido un mal día, y nuestro temperamento se encuentra un poco nublado, lo mejor es distraerse completamente para evitar la acumulación de estrés.
Clave para una rápida reducción de ansiedad: Estabilización de la caja torácica.
Cuando logramos una estabilidad en la caja torácica logramos una estabilidad emocional, que nos permite tomar las decisiones adecuadas en momentos difíciles de estrés. Para ello, primero debemos de reconocer las facetas de pánico y tratar de disminuirlas con asociaciones mentales. Existen muchos distintos tratamientos que podemos utilizar como agente de ayuda para calmar la ansiedad que producen algunas situaciones.
Primero. Utilizar una dieta rica en carbohidratos y acelerar el metabolismo conscientemente para que este no sea un bloque a nuestros objetivos emocionales.
Segundo. Optimizar las técnicas de relajación, que nos permiten adecuar nuestros tiempos y ser más eficientes en las técnicas de relajación y reducción de ansiedad o de pánico.
Tercero. Adecuar nuestros hábitos rápidamente mediante la eliminación de rutinas innecesarias y al adecuado entendimiento de este tipo de emociones que producen en algunos casos episodios de pánico o ansiedad que no son tan fáciles de calmar.
Deli Glz.
UTEL Editorial
REFERENCIAS:
http://www.superarladepresion.com/superarladepre/3depre_relajacion.php
http://blog.metodosilvadevida.com/metodo-silva-tecnicas-de-relajacion/
http://blog.metodosilvadevida.com/metodo-silva-tecnicas-de-relajacion/