Pararse frente a un público siempre causa nerviosismo y timidez, lo que en la mayoría de las veces hace que la persona se olvide de su discurso.
La mayoría de las personas pueden adjudicarlo a un problema de inseguridad, sin embargo dirigirse a un auditorio tiene un grado de complejidad que solo se controla con la práctica.
En la actualidad hay un sinfín de libros que ayudan a superar este miedo y a que la comunicación verbal sea más fluida. Expresarse en publico con seguridad no es una cuestión que se solucione de la noche a la mañana, aunque en realidad tampoco es tan difícil.
Esta habilidad no solo funciona para aquellas personas que constantemente tienen contacto con una audiencia grande, sino también para la vida diaria, ya que usualmente se requiere de la comunicación verbal para interactuar con colaboradores laborales, jefes y empleados.
Pues bien, he aquí unos consejos que te ayudarán a ser más hábil al expresarte y conversar:
• Antes de empezar se necesita calma y pensar positivo. Aprender técnicas de relajación ayudará a que la actividad sea más sencilla y no de pánico.
• No es necesario utilizar palabras rebuscadas o de difícil entendimiento, a la gente le gusta la gente sencilla y clara
• Practica algún deporte o actividad que ayude a fortalecer la memoria.
• Cuando se lleva a cabo una actividad que requiere pararse frente a un público, se pueden hacer tarjetas de apoyo para recordar lo que se tiene que decir, de este modo será fácil llevar un control de lo que se ha dicho y evitar olvidos.
• Hay que recordar, que se tiene que ser breve. El público puede llegar a desesperarse y dejar de poner atención e incluso en casos extremos irse.
• Cuando escribes algo para transmitirlo debe tener un propósito, si no despierta interés en ti, no despertará interés a los demás.
• Cuando se esté en el auditorio hay que hablar directamente, hacer contacto visual y tratar de mantener una expresión corporal tranquila.
Al realizar un discurso, siempre es necesario estar relajado y tener en mente que el miedo desaparece con la práctica y mucha paciencia.
Tania Paola Peralta
UTEL Editorial