Con la llegada de diciembre, es común que los trabajadores estén a la espera del llamado aguinaldo. Esta prestación laboral, es una cantidad de dinero otorgada por las empresas a los empleados, ya sea del sector público o privado, con la finalidad de solventar los gastos de fin de año.
De acuerdo con el estudio realizado por GfK, “Cómo planean los mexicanos gastar su aguinaldo”, el 40% de las personas piensa hacer uso de este en la compra de regalos, por otra parte solo el 36% ahorrará una parte para iniciar el 2014.
Por esta razón, se presentan las siguientes recomendaciones para hacer rendir el aguinaldo:
● Elabora un presupuesto considerando tanto tus compromisos en diciembre, como en los primeros días de enero. Esta época se encuentra llena de celebraciones de todo tipo y es en la que se observa mayor desequilibrio en los ingresos familiares, resultado de los gastos extraordinarios; muchas veces este sentimiento de vivir el momento sin pensar en las consecuencias económicas ocasiona la imposibilidad de realizar pagos a principio de año, deudas, intereses, etc., por lo que es importante asignar una parte para enfrentar el año que inicia con mejores posibilidades económicas.
● Considera pagar deudas de corto plazo que tengas pendientes. Una excelente recomendación es utilizar una parte del aguinaldo para liquidar deudas, con ello se asegura la tranquilidad de haberse quitado “un peso de encima” y por qué no, se abre la posibilidad de más adelante volver a pedir un préstamo.
● Ahorra una determinada cantidad para usarla en caso de algún imprevisto. Es preciso recordar que el percibir un ingreso extra no es una razón para gastarlo completamente o en su caso, comprar deudas a largo plazo, sino un excelente momento para ahorrar para algún imprevisto.
● Compara precios de todos los artículos que desees comprar. Trata de ser un buen comprador, compara y analiza precios, si ya decidiste gastar, por lo menos que sea con inteligencia.
● Cuestionate, ¿de verdad necesito adquirir esto? Entre las características de ser un buen comprador, también está la de reconocer si en verdad necesitamos adquirir algún producto y no dejarse llevar por las tentadoras promociones.
Este beneficio económico es producto del trabajo duro, es normal querer complacerse con viajes y/o cosas materiales, la idea es comprar con inteligencia y responsabilidad, sin jugar a “gastar, gastar”, ni pensar solo en gastos, sino pequeñas inversiones.
Wanda Mirel Solorio García
UTEL Editorial