Cómo impulsar a tu hijo para que sea un emprendedor

“Los niños de ahora son el futuro”, ¿cuántas veces se ha escuchado esa frase?

Aunque parezca repetitiva o un simple eslogan de cualquier campaña política, la realidad es que tiene razón. Todo padre ve en su hijo un ingeniero, un doctor o un empresario exitoso, sin embargo la mayoría de las veces impulsan al niño a ser parte de una compañía, y no a formar la suya.

Un emprendedor es aquella persona que identificar una oportunidad en el mercado, confía en su idea de satisfacer dicha necesidad, organiza los recursos necesarios para llevarla a cabo y además cuenta con habilidades específicas como, convicción, saber vender ideas y ofrecer resultados.

¿Cómo puede lograrlo?

Como padre, puedes contribuir al desarrollo de tu hijo para que en un futuro, forme parte de este grupo de jóvenes visionarios. La inspiración es importante a la hora de impulsar las habilidades emocionales y sociales que fungen como base para el niño emprendedor; la comodidad de adoptar riesgos, la resolución efectiva de problemas y una actitud positiva ante el fracaso o rechazo, son algunos ejemplos por los cuales se puede comenzar.

Cabe destacar que lo importante de esto no es forzar el comportamiento de tu hijo o hija en el molde que tu desees, si no brindarle las herramientas necesarias para desde jóvenes aprender a perseguir sus sueños por más grandes que sean, o incluso, imposibles que les parezcan a los demás.

Conoce consejos de utilidad

A continuación se presentan algunos consejos para que tú como padre motives el espíritu emprendedor que yace dentro de tu hijo:

• Hazlo “parte de”, muéstrale cómo comportarse en los negocios, involúcralo en tus actividades laborales con pequeñas tareas, como apilar recibos o recoger papeles de la impresora. Permite que se siente a tu lado y conversa con él.

• Fomenta su creatividad con juegos, al poner una tienda en tu sala con dinero de juguete con tu hijo, él puede observar como es que funcionan los negocios y él comenzará a crear los suyos con la misma dinámica.

• Crea un entorno propicio para el descubrimiento, permite que pregunte sobre todo lo que tenga curiosidad, como el funcionamiento de un nuevo juguete o algún utensilio de cocina. Encontrar nuevas formas de usar objetos cotidianos amplía su pensamiento.

• Aceptar el fracaso, explica a tu hijo que el fracaso no es algo malo, o que merece un castigo; sino más bien es otra forma de aprender lecciones importantes para el futuro.

• Brinda la oportunidad de tomar decisiones por sí mismo, como elegir entre jugo o agua o el color de la camiseta que se pondrán. Recuerda limitar las opciones para que no se sienta abrumado, y conforme crezca confía más decisiones a su juicio.

Recuerda que el educar niños para que conozcan y dominen su espíritu emprendedor solo representa una perspectiva más creativa y dinámica de la vida diaria.

Wanda Mirel Solorio García
UTEL Editorial