Todos los seres humanos, en ciertos aspectos, contamos con pensamientos limitantes. El principal obstáculo al que nos enfrentamos es, que nosotros somos los que hemos establecido esos tipos de pensamiento y por obvias razones ya forman todo un hábito en nuestras vidas.
Tampoco se trata de actuar y realizar todo sin pensar, pero sí de vencer nuestros miedos.
Esto está directamente relacionado con la autoimagen y la autoestima. Cuando decimos “No soy lo suficientemente bueno» estamos poniendo límites a través de tantas justificaciones y excusas que se nos ocurran.
Pero existen dos razones comunes. O simplemente no nos conocemos (autoimagen) o estamos paralizados de miedo y no hay nada más que el miedo que nos motive (autoestima). Cuando tenemos miedo a equivocarnos y de no ser lo suficientemente buenos es porque nunca hemos intentado hacerlo. Sin embargo debemos recordar que estamos en aprendizaje continuo a lo largo de nuestras vidas. Por lo tanto equivocarnos nos permite aprender de nuestras experiencias, las veces que sean necesarias.
Existe una fuerte influencia de nuestros pensamientos hacia nuestro cuerpo. Esta influencia es como el motor principal de nuestros actos.
Al momento en que decidimos romper con el hábito limitante (miedo), automáticamente nos comenzamos a dar cuenta de que somos capaces de hacer cosas que no pensábamos fueran posibles, esto comienza a resultar motivador e inquietante para poder superar otros nuevos retos y comenzar a ganar esa autoestima paralizada.
Comenzamos a darnos cuenta de que «sí puedo» y «sí soy capaz» son frases aceptadas y usuales. Superar nuevos retos nos hace sentir bien, nos hace ser conscientes de nosotros mismos, permite conocernos mejor.
Para algunos será fácil cambiar estos pensamientos limitantes por unos que no lo sean. Sin embargo habrá otras personas que necesitaran de ayuda de expertos de la psicología o del Coaching. Pero lo más importante es decidirse a no limitarse más. Toma esfuerzo y dedicación dejar de pensar limitantemente y comenzar a actuar, pues si se puede lograr.
Kimberly Reyes
Alumna UTEL