¿Cómo ser empático en la ciudad?

Conducía por el Distrito Federal, y puedo afirmar cualquier cosa puede suceder en nuestra ciudad, al llegar al crucero, durante la luz roja del semáforo veo un taxista que se baja de su vehículo muy enojado, patea frenético el coche que estaba delante del suyo, no sin antes insultar al conductor, quien se movía con dificultad. Al ver que se trataba de un abuelo que difícilmente podía caminar, el taxista regreso de inmediato a su vehículo, varios espectadores deseamos bajar y apoyarlo.

Al llegar a mi destino cuando dejaba mi auto en un estacionamiento público escuché como una intolerante conductora vociferaba a su vecino por el roce de su puerta contra su vehículo. La exigencia número uno de la ciudad, el tráfico es capaz de desquiciar la convivencia. Todos estamos a punto de explotar.

¿Cómo ser empático? 

Reflexionar si lo que todos buscamos es la felicidad ¿por qué nos enfrentamos? afirmamos el conflicto y abrazamos la intolerancia, ¿no es más sencillo ser empático usando el ejercicio de ponerme en tus zapatos?, ha dejado de ser bien aceptado ser curioso respecto a los extraños ¿por qué no saludar a la persona que se sienta a nuestro lado en el transporte colectivo? Sé que esa persona que maneja a alta velocidad y se pasa los altos es porque tiene una razón: le han comunicado que su madre, quien sufrió un infarto pide su presencia en el hospital, ¿por qué no dejarlo pasar en su coche retando a mis prejuicios?

Descubro las comuniones, es que se trata de enrolarse en un deporte extremo de bajarse en un semáforo a defender a un anciano que podría ser tu padre ante los embates de un taxista, no hay más camino que el de ejercer la potestad de lo que nos ha definido como entes sociales, establecer la comunicación para inspirar la acción masiva y el cambio social que necesita nuestro país desarrollando una ambiciosa imaginación: veo una comunidad de ciudadanos que se ayudan y conviven de manera armónica.

Sin el paraguas de una catástrofe que puede auspiciar nuestra solidaridad, cómo podemos sacar a pasear a nuestra empatía por las calles de nuestra ciudad para ayudar a una persona cada día, para visualizar cómo ayudar a resolver los problemas de todos los días, a ver de qué manera ayudas a otras personas cada día. Si se atraviesa en el carril, es médico va a salvar una vida; si en el estacionamiento la vecina que vocifera contra ti, es una mujer maltratada que busca canalizar su ira y frustración.

Cómo es esta estrategia de generar justificaciones mentales que me ayuden a generar mi compasión, siempre hay un buen motivo para ser empático así solo sea la tranquilidad de alma que persiste cuando alguien nos insulta y contestamos muy buenas tardes que tenga un excelente día.

Luis Antonio Gómez Aldapa
Alumno UTEL

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