Cambios metabólicos
Los cambios metabólicos son una serie de reacciones bioquímicas que se ejecutan en los seres vivos y son los encargados de propiciar el sano intercambio tanto de materia como de energía con el exterior. Cabe mencionar que durante la práctica del ejercicio físico, se lleva a cabo una importante cadena de cambios metabólicos en el organismo, tales como el aumento o la disminución de determinadas sustancias, también se motiva la activación de algunos reguladores o metabolitos como la Carnitina que sirve para curar enfermedades como la obesidad o el glucógeno que previene la aparición de la diabetes.
Está plenamente comprobado que realizar ejercicio físico moderado de forma asidua tiene efectos muy benéficos sobre la salud humana, entre otras cosas, porque los metabolitos relacionados con la disminución del estrés oxidativo o estrés celular realizan mejor sus respectivas funciones en aquellos organismos que practican entre 10 y 50 minutos de ejercicio físico todos los días.
Así mismo, una rutina constante de ejercicio físico está estrechamente relacionada con la producción del factor “nur 77”, mejor conocido como factor de crecimiento nervioso. Este se dedica a intervenir en el ciclo celular, además sirve de mediador en las respuestas inflamatorias de los macrófagos o glóbulos blancos encargados de devorar sustancias extrañas y bacterias; además de equilibrar los lípidos del cuerpo, armonizando la retención de grasa y optimizando los niveles de colesterol.
Otra ventaja de realizar ejercicio físico, es la multiplicación de las células NK por sus siglas en inglés, se les conoce como (natural killer o células asesinas naturales), las cuales son un tipo de linfocito perteneciente al sistema inmunitario. Ellas se propagan a través del torrente sanguíneo y previenen el desarrollo de células cancerígenas en el cuerpo, igualmente evitan la generación de infecciones provocadas por virus, bacterias y parásitos. Las células NK protegen al organismo del desarrollo de todo tipo de enfermedades.
El ejercicio físico es el mejor partidario contra el cáncer
Hoy en día resulta muy difícil concebir la idea de que un paciente en plena lucha contra el cáncer tenga deseos de hacer ejercicio, ya que la fatiga crónica y el estado de ánimo les limitan para realizar cualquier actividad física, sin embargo, es tarea de todos, convencerles de que irónicamente, es la práctica moderada de ejercicio físico la que les quitará esa fatiga crónica, además de proporcionarles muchos otros beneficios para vencer su enfermedad.
Practicar ejercicio físico al mismo tiempo que se realiza un tratamiento de quimio o radioterapia es una nueva tendencia que está generando muy buenos resultados y está recopilando muchos adeptos en todo el mundo. Este innovador enfoque está mejorando el estado anímico de los pacientes, quienes obtienen mejores y más rápidos resultados con sus tratamientos, además de ser una opción terapéutica para los pacientes que han dejado atrás la enfermedad, ya que les disminuye notablemente la posibilidad de presentar una recaída.
Instituciones británicas de renombre han realizado estudios al respecto, de hecho, recientemente se ejecutó una prueba donde pacientes con diversos cánceres comprobaron que el ejercicio era el mejor remedio para sus padecimientos. Dicho estudio arrojó que las posibilidades de morir por cáncer de mama se reducían en un 40%, en el caso del cáncer de vejiga los resultados fueron del 50% y en el carcinoma de próstata el efecto fue del 30% en aquellos pacientes que realizaron actividades físicas.
Así, las ventajas para los pacientes oncológicos son, entre otras cosas, la mejora de las defensas del organismo, un mayor y más veloz alcance de su recuperación, evita las complicaciones y efectos colaterales típicos del cáncer, mejora el estado de ánimo y la autoestima de la persona. Incluso previene y combate la depresión, osteoporosis, coágulos sanguíneos y la pérdida de masa muscular producto de la hipocinética (ausencia de movimiento físico por enfermedad).
Basta con realizar de forma segura, un programa de ejercicio físico moderado que dure entre 10 y 50 minutos al menos por 5 días a la semana. Lo importante no es terminar agotado, sino sentirse bien y con más energía que antes de haber realizado el ejercicio. Los ejercicios siempre deberán ser supervisados por otra persona y no pueden ser de alto impacto ni tampoco pueden poner en riesgo la integridad física de la persona.
