Hablar sobre educación de calidad involucra una discusión constante. En ella se involucran varios elementos, tanto objetivos como objetivos e ideología. También involucra los paradigmas del evaluador y sus respectivas influencias.
Está claro que hablar de buena o mala educación depende enteramente de las circunstancias en las que se plantee la pregunta, muchos factores externos a las instituciones educativas influyen en esto. De igual forma, los parámetros con los que se miden los evaluadores responden a un valor numérico, en la mayoría de las ocasiones, la institución educativa en cuestión es la determinante.
Entre el maestro y el alumno se forma una relación sin igual, de la misma forma sucede con el conocimiento o la materia y el alumno. Generalmente tanto padres como alumnos, tutores y maestros repiten conclusiones de los denominados “expertos” en la materia, y el establecer un criterio “bueno” o “malo” resulta difícil.
Sin embargo, la Pedagogía y la Didáctica tienen la finalidad de establecer un criterio no-numérico que beneficie su aspecto práctico instrumental. Bueno o malo, positivo o negativo, aceptable o inaceptable. Nosotros al optar por criterios de evaluación, no tan exactos, por así decirlo recomendamos tres acciones que según el rector de la Universidad de Rosario, constituyen una obligación para cualquier docente al pretender brindar educación de calidad:
Leer y estar al tanto. No nos referimos simple y sencillamente a leer, sino a estar pendiente de cualquier publicación surgida sobre el tema impartido, para estar al tanto de las transformaciones y avances. Para esto, los recursos tecnológicos pueden ser de gran ayuda.
Pasión del docente. Es preciso desempeñarse en la enseñanza y la educación con convicciones profundas. A veces es necesario saber decir “no sé”, pero pronto tendré la respuesta por el beneficio de todos.
Planificar, desarrollar, y autoevaluar la clase. Aquí recurrimos a la vieja fórmula positivista de establecer el principio, el medio y el fin de la lección.
Es difícil poder medir numéricamente la calidad de la educación, sin embargo lo que si podemos hacer es, como docentes, adherirnos a hábitos y parámetros de calidad que nos permitan dar todo de nosotros en el proceso de aprendizaje de los alumnos.
Fuente: Ovide, Menin- ¿Qué es una educación de calidad?