El amor, ¿por qué nos enamoramos?

“El amor, tal como existe en la sociedad, no es más que el intercambio de dos fantasías y el contacto de dos epidermis.” Nicolás de Chamfort

Desde la psicología se puede adoptar el concepto de ver al otro como una proyección, de la forma más acercada al de la propiedad, podemos verlo incluso en las relaciones adolescentes, ¿cuántos chicos no hemos visto que al emparejarse tienen más similitudes que diferencias? Por eso es importante darse cuenta del porqué nos enamoramos.

Y es que en el acto de buscar amor en otros comentemos el “error” de encontrar semejanzas. ¿Será un miedo primigenio a lo desconocido? Como el objetivo de que nos sea más familiar y sencillo amar a otros.

No olvidemos que uno más uno es igual a dos y cada una de esas partes tiene igualdad de derechos, así como sus respectivas diferencias individuales; sin embargo, seguimos adoptando la idea de que el amor nos hace felices (entendamos que no se es más feliz por estar en pareja) y para estar en pareja hay que ser bastante equilibrado.

El vínculo amoroso comienza por el deseo o la pasión

El amor es lo que más se desea, no obstante, es en lo que más fallamos, irónicamente. Muchas veces el miedo, ignorancia y atracción, son parte de éste, pero debido a la finitud humana tarde o temprano esto generará dolor emocional; aún así: son un estímulo que no podemos dejar ir.

En ocasiones, el mundo emocional y el mundo de la razón pelean en el acto de encontrar pareja. ¡Cuántos de nosotros no hemos sucumbido a las aplicaciones de citas! Incluso en el tema amoroso se involucra la tecnología o comentamos a los amigos: “¡Preséntame a alguien que ando buscando pareja!”.

Es que el amor es una de esas necesidades racionales del hombre y la mujer que con los años se ha convertido en un fenómeno complejo que lo coloca en algo que todos habremos de experimentar al menos una vez en la vida.

El amor, según la sociología, se entiende como un movimiento colectivo ya que es un movilizador. En el enamoramiento hay un parentesco con el tipo de fuerzas que se liberan y actúan, muchas son experiencias de solidaridad, alegría de vivir, renovación (Alberoni, 2001).

¿Qué es el enamoramiento?

El sociólogo y periodista Alberto Alberoni nos lo explica como el estado naciente de un movimiento colectivo de dos.

Pero, ¿por qué nos enamoramos? El movimiento que surge ante dicho acto o fenómeno deja brotar una serie de mecanismos elementales que son de compleja comprensión, pero vamos a intentar responder a tan extraordinario cuestionamiento:

  1. La elección de pareja: aquí juegan aspectos de biología. Por ejemplo: mientras la mujer elige pareja para encontrar a su futuro protector y proveedor, el hombre busca la atracción física en un fin biológico, dónde depositar su progenie. Aquí un dato biológico: nosotros no somos una especie monógama, nos hicimos monógamos porque en el constructo social es lo que nos conviene –en el reino animal, la monogamia es un evento bastante raro que concentra a cerca del 5% de los mamíferos, sin embargo, en las aves cerca del 90% tiene comportamiento monógamo– (Cádiz, 2021).

Estas relaciones monógamas tienen dos efectos: por un lado, ofrecen una probabilidad muy alta de saber con exactitud quién es el padre de los hijos resultantes; y, por otro, contribuyen a reforzar el carácter duradero del vínculo afectivo y ambos efectos fomentan en los progenitores el cuidado de su progenie.

2. El involucramiento de nuestro cerebro: se liberan sustancias neuroquímicas, como en la atracción: al querer estar con la otra persona se desactiva la corteza pre-frontal; cuando nos enamoramos nuestro cerebro bloquea áreas del control de impulsos y raciocinio, por lo que minimizamos lo negativo y maximizamos lo positivo. La dopamina (neurotransmisor de la emotividad y afectividad) se eleva,  esto genera que el 95% de las redes neuronales se conecten, provocando una sobreactivación del sistema límbico disminuyendo la actividad de la corteza pre-frontal. (Linden, 2010, pág. 103)

3. El factor social: en México tenemos datos interesantes del “pensamiento tradicional” sobre el matrimonio. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el estado civil de las personas de 15 años o más de edad se distribuye de la siguiente manera: 38% está casada, 30% soltera, 20% vive en unión libre, 6% separada, 5% viuda y 2% está divorciada. (INEGI, 2021).

En 2020, en nuestro país hubo 33% menos matrimonios registrados que en 2019. Mientras que en 2019 se reportaron 504,923 eventos, en 2020 sólo fueron 335,563 matrimonios (ídem).  De igual forma, el número de divorcios aumentó: en 2011 por cada 100 matrimonios hubo 16 separaciones legales; en 2020 la cifra pasó a 28 debido a la pandemia por COVID-19, pero en 2021 repuntó a 33. La facultad de psicología de la UNAM explica que pese a que las tendencias mundiales marcan que numerosas relaciones de pareja terminarán en divorcio, hay varias personas que continúan casándose. Prevalece la idea de encontrar a la pareja y al amor para construir una familia. (UNAM, 2023)

La psicóloga Melissa García Meraz (2023) señala que los conflictos son diferentes en parejas casadas que en unión libre. Estas últimas los enfrentan de manera más abierta que quienes están en matrimonio. “Hay una especie de visualización de que cuando estás en matrimonio estás en una institución, que es algo muy formal y tienes más barreras para salir”.

Finalmente, ¿por qué nos enamoramos?

En la especie humana un niño nace mucho más inmaduro que en otras especies. El ser humano es autónomo al cabo de un mínimo de trece y catorce años. Durante ese larguísimo tiempo necesita absolutamente la ayuda de sus padres y la comunidad; el enamoramiento es un mecanismo que les proporciona el amado o la amada, ¡esta es la razón profunda de por qué nos enamoramos!

El enamoramiento ha permitido a la especie humana sobrevivir, desarrollarse y ha contribuido a la sociedad a su rápido desarrollo y a su capacidad de renovarse.

Alberoni (2013) menciona que el amor se convierte en el deseo de estar en el cuerpo del otro, vivirse y ser vivido por él en una fusión corpórea, pero que se prolonga como ternura por las debilidades del amado, sus ingenuidades, sus defectos, sus imperfecciones. Por ello logramos amar hasta una herida del ser amado transfigurada por la dulzura.

El amor nos trastoca, a veces nos enloquece y modifica neuronalmente hablando; algunos lo consideran movimiento social o fenómeno histórico, algo que después de un tiempo sentimos que ya es nuestro y poseemos. Sartre describe que el amor cuando no dura es porque el amor requiere de un modo absoluto de libertad del otro y cuando se esclaviza, termina; sin embargo, el proceso amoroso se siente triunfante cuando nos sentimos nuevamente amados en exclusividad. Así pues, el enamoramiento es una conducta humana nata y compleja, pero vaya que nos gusta todo el proceso hasta su fin.

Psic. Paola Merino Montoya.

Orientación Psicológica

Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)

 

Bibliografía

Alberoni, A. (2001). Enamoramiento y amor . Barcelona : Gedisa .

Alberoni, A. (2005). Sexo y amor. Barcelona : Gedisa .

Cádiz, B. (01 de Marzo de 2021). Neurociencia de Valparaiso. Obtenido de https://doi.org/10.1073/pnas.1917287117

INEGI. (Febrero de 12 de 2021). ESTADÍSTICAS A PROPÓSITO DEL 14 DE FEBRERO, DATOS NACIONALES. Obtenido de https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2021/EAP_14FEB21.pdf

Linden, D. J. (2010). El cerebro accidental. España: Paidós.

UNAM. (12 de Febreo de 2023). Boletín UNAM. Obtenido de https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2023_102.html