Fobias: un miedo sin motivo

Definiendo la palabra fobia, ésta se conoce como el miedo excesivo e irracional a un estímulo concreto y delimitado (objeto, actividad o situación) (Aragonés, 2013), mismo que suele ser evitado o soportado con mucha angustia.

Para entender aún mejor en qué consiste, hay que distinguirlo de un miedo. En términos generales, el miedo es una emoción adaptativa, una reacción normal que se presenta ante un peligro real para el individuo; por el contrario, la fobia es un temor fuerte, irracional y no adaptativo ante algo que representa poco o ningún peligro real (Medline Plus, s.f.).

Fobias más comunes

De acuerdo con Orozco (2017), doctora del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco de México, el 9% de la población mundial sufre una fobia, siendo uno de los trastornos mentales más comunes. Cabe mencionar que las fobias están clasificadas en los trastornos de ansiedad.

De manera general, los síntomas presentados en las fobias son:

a) Físicos: sudoración, respiración anormal, aceleración del latido del corazón, temblores, escalofríos, dolor en el pecho.

b) Cognitivos: pensamientos distorsionados respecto a la situación o el estímulo (Clínica Universidad de Navarra [CUN], s.f.).

Asimismo, se pueden distinguir tres tipos de las fobias más comunes:

a) Agorafobia: temor a encontrarse en situaciones donde no se pueda escapar o pedir ayuda; por ejemplo, estar en espacios cerrados, abiertos, tiendas, iglesias, ascensores.

b) Fobia social: temor a ser visto o juzgado mientras se realiza una actividad social; (por ejemplo, dar una clase, comer delante de los demás, etc.)

c) Fobias específicas: miedo o ansiedad intensa a objetos o situaciones particulares; por ejemplo, fobia a los animales, alturas, sangre, inyecciones, etc.

¿Cómo trabajar con el objeto generador de fobia?

Una de las técnicas más usadas para manejar las fobias es la desensibilización sistemática, misma que será descrita brevemente a continuación:

En la desensibilización sistemática, primero se busca entrenar una respuesta incompatible con la ansiedad, como sería la relajación, para posteriormente de forma sistemática ir exponiendo gradualmente a la persona a una serie de estímulos que él anteriormente ha definido; se da por desensibilizado un estímulo (objeto o situación) cuando las unidades de ansiedad llegan a niveles muy bajos en una escala de 1 a 10. La presentación del estímulo fóbico puede ser de manera imaginativa, en vivo o utilizando ambientes enriquecidos como medios tecnológicos (Delgado y Sánchez, 2019). 

Conforme nos vayamos exponiendo gradualmente al objeto que nos produce la fobia, estaremos poco a poco más habituados a su presencia, de manera que las respuestas de ansiedad irán disminuyendo. A continuación, se describirán algunos pasos centrados en la técnica que pueden ayudarte a lograrlo:

  1. Practica ejercicios de relajación: fortalece esta práctica pues será la respuesta incompatible a utilizar. Concéntrate en las sensaciones percibidas al respirar mientras realizas el ciclo siguiente: inhalar en 3 segundos, sostener el aire en 1 segundo y exhalar nuevamente en 3 segundos.
  1. Elabora una jerarquía de situaciones: escribe al menos 10 situaciones relacionadas con la fobia que te pueden generar ansiedad, puntuándolas del 1-10 (siendo 1 el nivel más bajo de ansiedad y 10 el nivel más alto). Por ejemplo: Imagino que se me acerca una araña y siento 10 puntos de ansiedad; o veo una araña estática y lejana y experimento 05 puntos de ansiedad.
  1. Comienza a habituarte: inicia la relajación aprendida y, sin perder el estado de calma, pídele a un amigo o familiar que te presente el estímulo que puntuaste en 1 –la araña–. Inicia imaginándolo o emplea un objeto ficticio –juguete–. Indícale si al observarlo o imaginarlo presentas ansiedad por arriba del nivel puntuado; en caso afirmativo, retira el objeto o suspende la imaginación y enfócate una vez más sólo en la relajación. En caso negativo, mantén el contacto con el objeto de 15 a 20 segundos.
  1. Posteriormente, vuelve a suspender la presencia y céntrate 30-45 segundos en la relajación para que enseguida te vuelvan a presentar el estímulo. Es necesario realizar este procedimiento 3 veces con cada uno de los objetos o situaciones de la jerarquía incrementando los segundos de exposición al objeto en cada repetición (Labrador 2008).

Al tener fobia a las arañas, puedes identificar como ítem 1 de la escala ver la foto de ella y puntuarla en nivel 1 de ansiedad; como segundo ítem, ver un peluche de una araña y puntuarla en nivel 2. De esta manera, será necesario comenzar presentando en tres ocasiones la foto de la araña y cuando ya no se presente la ansiedad, continuar con el peluche.

Como hemos visto, por fortuna, las respuestas ansiosas ante las fobias se pueden desaprender habituándonos poco a poco a la presencia e interacción con lo que las genera. No obstante, si consideras que es algo que te rebasa, interfiere con tus actividades diarias o te serviría que alguien te guíe, busca apoyo profesional.

Psic. Frida Segura Zamudio

Orientación Psicológica

Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)

Referencias

Aragonés, E. (2017). El abordaje de las fobias. Formación Médica Continua en Atención Primaria, 20 (6), 347-350. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/250002071_El_abordaje_de_las_fobias

Clínica Universidad de Navarra. (s.f). Fobias: síntomas, diagnóstico y tratamiento. https://www.cun.es/enfermedades/tratamientos/enfermedades/fobias

Delgado, A. y Sánchez, J. (2019). Miedo, fobias y sus tratamientos. Revista Electrónica de Psicología Iztacala. 22, (2). 798-832. http://www.revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/70133

Labrador, F. (coord). (2008). Técnicas de modificación de conducta. España: Ediciones Pirámide. Medline Plus. (s.f). Fobias. https://medlineplus.gov/spanish/phobias.html

Orozco, B. (2017). El 9% de la población mundial padece alguna fobia/ Entrevistada por Fabiola Méndez. UNAM Global. Disponible en: https://unamglobal.unam.mx/el-9-de-la-poblacion-mundial-padece-alguna-fobia/