Ideas suicidas. ¿Qué son y cómo reconocerlas?

Las ideas suicidas son entendidas como aquellos comportamientos dirigidos a terminar con la propia vida y tiene su relevancia principal por ser una conducta que puede tener un desenlace letal cuando la persona piensa “me quiero morir” y consigue este objetivo.

Sin embargo, hay que mencionar que el comportamiento suicida se puede dividir en: ideas suicidas pasivas, contemplación activa del suicidio, planeación y preparación, ejecución del intento suicida y el suicidio consumado (Miranda de la Torre, et. al., 2009).

La idea, contemplación y planeación las incluiremos como parte de la idea suicida en el presente texto pues como menciona Gómez C., la presencia de ideas suicidas abarca desde manifestaciones vagas hasta una planeación (2012).

Ideas suicidas

De acuerdo con Harmer (2022), la idea suicida describe una variedad de contemplaciones, deseos y preocupaciones respecto a quitarse la vida; es tan variado que no existe aún un consenso respecto a una definición universal, así como tampoco se puede hablar de pensamientos suicidas «típicos». Estas ideas suelen presentarse a manera de altibajos, es decir, la magnitud y características varían de manera drástica, por lo cual es importante no desestimar posibles señales por pequeñas que éstas sean, así como tampoco considerar una mejoría basada en pequeños cambios de comportamiento, pues no representará necesariamente un cambio positivo.

¿Cuántas personas presentan ideas suicidas?

El INEGI ha reportado cifras de la población mexicana en donde se encontró que el 0.7% de las causas de muerte fueron por lesiones autoinfligidas en el año 2020 y en 2018; al menos el 59% de las mujeres lo ha pensado rara vez y el 35% de mujeres y 34% de hombres, lo ha considerado algunas veces. Asimismo, de la población entre 10 y 17 años, el 0.5% ha pensado en quitarse la vida.

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud reportó en 2014 que al menos 1.4% de las muertes a nivel mundial son a causa del suicidio.

¿Qué lo desencadena?

El principal causante del comportamiento suicida es el dolor físico o emocional ya que el hecho de estar en contacto con eventos aversivos en la vida cotidiana de manera repetida puede ser suficiente para perder interés por iniciar un nuevo día; tales eventos aversivos pueden ser diversos como la exclusión social o vivir cualquier tipo de abuso; sin embargo, para desencadenar comportamientos suicidas en donde el sujeto piensa “me quiero morir”, estos deben estar acompañados, además, de un sentimiento de desesperanza ya que una persona que vive una situación difícil pero tiene esperanza de que las cosas mejoren, optará por otras estrategias para disminuir el malestar o conseguir soluciones (Gómez, 2012).

¿Cómo se ve una idea suicida?

Es importante prestar atención a diversos parámetros (Gómez, 2012):

  • Frecuencia: se puede presentar de manera fugaz o persistente a lo largo del tiempo.
  • Intensidad: pueden ser pensamientos repetitivos o imágenes (imaginarse cayendo de un edificio).
  • Valoración emocional: puede dar una sensación desagradable como angustia, culpa o vergüenza o causar una sensación de paz, lo cual sería factor de riesgo.
  • Valoración de consecuencias: considerar la idea como una solución a los problemas, mantenerse indiferente o mantener una postura cambiante.
  • Emociones involucradas: se pueden experimentar sentimientos como desesperanza acompañados de emociones como el enojo, ansiedad o impulsividad causada por consumo de sustancias o algún cuadro psiquiátrico.

Algunos ejemplos de ideas suicidas son: pensamientos vagos o fugaces como “estaría bien si me pasara algo”, pensar en dejar atropellarse, “ojalá mi vida terminara pronto” (idea suicida pasiva), “si me aventara del metro mis problemas se solucionarían”, “podría colgarme” (contemplación activa del suicidio), “podría subir al último piso del edificio en donde trabajo en la hora del descanso” (planeación).

Recuerda, es valioso pedir ayuda si te has sentido identificado con algunas de las ideas mencionadas. Si lidias con situaciones cotidianas y desafiantes, continuar es una tarea difícil que se complica aún más cuando se experimenta desesperanza.

Referencias

  • Gómez, G. A. (2012). Evaluación del riesgo de suicidio: enfoque actualizado. Revista Médica Clínica Las Condes23(5), 607-615.
  • Harmer, B., Lee, S., Duong, T. V. H., & Saadabadi, A. (2022). Suicidal Ideation. In StatPearls. StatPearls Publishing.
  • INEGI (2021). Estadísticas a propósito del día mundial para la prevención del suicidio. Datos nacionales. Receperado desde https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2021/Suicidios2021_Nal.pdf
  • Klonsky, E. D., May, A. M., & Saffer, B. Y. (2016). Suicide, suicide attempts, and suicidal ideation. Annual review of clinical psychology12, 307-330.
  • Miranda de la Torre, I., Cubillas Rodríguez, M. J., Román Pérez, R., & Abril Valdez, E. (2009). Ideación suicida en población escolarizada infantil: factores psicológicos asociados. Salud mental32(6), 495-502.