Antes de analizar a profundidad sobre el tema de este artículo, veamos qué es la violencia y cómo funciona. Ésta es una herramienta humana de dominación, poder y control que ha existido desde el inicio de la historia como una mancha fundamentada en cuestiones políticas, sociales y de conducta.
Bauer (2013) menciona que sin agresividad la humanidad no hubiera podido sobrevivir. Sin embargo, a diferencia de lo que sostenía Sigmund Freud, la agresividad no es un “instinto”. En lo más profundo de nuestra biología no se oculta un supuesto “poder maligno” responsable de los tiroteos en las escuelas, los conflictos étnicos o las guerras en general. Por otro lado, nuestro cerebro percibe la exclusión y la humillación como un dolor físico y reacciona con agresividad. (Pacheco, 2016, pág. 23)
¿Qué es la violencia?
Para encontrar una definición de violencia se debe señalar que no hay solo una, sino varias; en estas definiciones encontramos elementos centrales en la más consensuada: el uso de la fuerza por parte de alguien; el daño recibido por una o varias personas; la intencionalidad del daño y el propósito de obligar a otra persona a dar o hacer algo que no quiere. Pero con estos elementos también encontramos que alguien hace daño a otro intencionalmente mediante el uso de fuerza física o de otro tipo, y la intención conlleva obligar a la persona dañada a algo que no quiere (Otero., 2022, pág. 5).
El papel de la Organización Mundial de la Salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia como el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones (OMS, 2022).
La clasificación de la OMS divide la violencia en tres categorías generales, según las características de los que cometen el acto de violencia:
- La violencia autoinfligida (comportamiento suicida y autolesiones).
- La violencia interpersonal (violencia familiar, que incluye menores, pareja y ancianos; así como violencia entre personas sin parentesco).
- La violencia colectiva (social, política y económica).
Por otro lado, se habla de dos actores (o grupos de actores): quien realiza el acto violento y quien lo recibe o lo padece, es decir, el agresor y su víctima. El único sujeto activo aquí es el victimario, la víctima no es apenas sujeto, o lo es sólo en calidad pasiva, como receptor de algo ajeno a él. (Otero., 2022, pág. 14)
Ahora que conocemos algunas definiciones y actores de la violencia, se debe mencionar que ésta no distingue géneros o estrato social; se presenta en distintos ámbitos, por ejemplo, la violencia en el trabajo, que incluye no sólo el maltrato físico sino también psicológico, otro caso es el de la violencia juvenil, que daña profundamente no solo a las víctimas, sino también a sus familias, amigos y comunidades.
Las consecuencias de la violencia
La violencia y el acto en sí de la agresión afectan a diversos factores de la personalidad y del comportamiento, que pueden desencadenar en violencia juvenil; entre algunas de sus consecuencias están la hiperactividad, la impulsividad, el control deficiente del comportamiento y los problemas de atención.
Curiosamente, el nerviosismo y la ansiedad están relacionadas negativamente con la violencia. La percepción de violencia no sólo cambia patrones de comportamiento individuales, sino también sociales, aumentando los temores, la desconfianza y restringiendo las preocupaciones hacia sí mismos y los más allegados; es decir, alimenta una necesidad de seguridad limitada e inmediata.
Si sufres de violencia pide ayuda
Si has experimentado algunas de estas actitudes, es importante que pidas ayuda y que sepas que todas las formas de violencia necesitan eliminarse o, en su defecto, manejarlas, pues no sólo pueden escalar a formas más extremas de violencia, sino que representan una amenaza para cualquier persona, sin importar, géneros, preferencias religiosas, sexuales o ideológicas o incluso edad.
De igual forma, es importante reconocer que la violencia psicológica suele estar normalizada en la sociedad en que vivimos. Por ello es importante no minimizarla, ya que va desgastando la estima y confianza de las personas, anulando su identidad y capacidad de decisión, haciendo más difícil que superen una experiencia traumática y mermando el proyecto de vida de cada víctima de violencia.
Psic. Bella Paola Merino Montoya.
Orientación Psicológica
Programa de Éxito Académico y Profesional (PEAP)
Bibliografía
Bauer, J. (2013). La violencia cotidiana y global. Barcelona: Plataforma editorial.
Otero., L. M. (20 de 04 de 2022). Definición, fundamentación y clasificación de la violencia. Obtenido de Doc player: https://docplayer.es/12980830-Titulo-definicion-fundamentacion-y-clasificacion-de-la-violencia-palabras-clave-violencia-teorias-genero-familiar-y-domestica.html
Pacheco, A. M. (2016). La violencia, conceptualización y elementos para su estudio,. Política y cultura, UAM, Xochimilco, 25.