Tentativa suicida: cuando un pensamiento alcanza la acción

La tentativa suicida se refiere a cualquier comportamiento o acto que tenga como intención causar daño a sí mismo o encontrar formas de cómo suicidarse para acabar con la propia vida, pero que no tiene éxito en este propósito. Es decir, un intento fallido de suicidio.

Puede manifestarse de diferentes maneras, por ejemplo, mediante el uso de sustancias tóxicas, cortes en el cuerpo, sobredosis de medicamentos, colgamiento, entre otros métodos. La persona que busca formas de cómo suicidarse puede estar experimentando sentimientos de desesperación, soledad, angustia, tristeza o incluso ira.

La tentativa suicida debe tomarse en serio

La tentativa suicida debe entenderse como factor de riesgo para un suicidio posterior y tomarse en serio siempre. La tentativa puede expresar dificultades emocionales que atraviesan las personas y el agotamiento de sus recursos habituales; o puede convertirse en un punto de partida, un cambio vital. Entre las personas del mundo artístico, por ejemplo, en los poetas, hay una alta frecuencia de intentos de suicidio y de suicidios consumados; además en estos casos suelen anunciar y dejar constancia escrita de sus intenciones (Gándara Jesús J., 2012).

Por otro lado, el suicidio es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el acto deliberado de quitarse la vida. Su prevalencia y los métodos utilizados varían conforme a los diferentes países. Es muy importante prevenir el suicidio ya que, probablemente, las personas agradecerían seguir vivas tras recibir tratamiento o una solución a sus problemas; también es importante acompañar y apoyar a quienes quieren terminar su vida por razones personales.

¿Cuáles son los motivos de la tentativa suicida?

Los motivos que una persona puede encontrar para planear o consumar un acto suicida son de una enorme diversidad como las circunstancias que los rodean. Las causas de la tentativa suicida varían de una persona a otra y, a menudo, son el resultado de múltiples factores. Algunas de las causas más habituales incluyen:

  • Trastornos mentales: Las personas que padecen trastornos mentales como depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia o trastornos de ansiedad, tienen mayor riesgo de tentativa suicida.
  • Estrés y problemas emocionales: Los eventos estresantes y traumáticos como la pérdida de un ser querido, ruptura sentimental, divorcio, diagnóstico médico grave o el abuso emocional o físico, pueden llevar a la persona a sentirse abrumada emocionalmente, a pensar en la muerte y cómo suicidarse.
  • Consumo de sustancias: El abuso de drogas o alcohol puede afectar la salud mental y llevar a la persona a tomar decisiones impulsivas y arriesgadas, como intentar quitarse la vida.
  • Problemas financieros: Las dificultades económicas llegan a generar una sensación de desesperanza y estrés que conduce a la persona a pensar en el suicidio.
  • Factores socioeconómicos y culturales: Las personas que se sienten marginadas o discriminadas en función de su género, raza, orientación sexual o identidad de género llegan a sentirse aisladas y a experimentar sentimientos de desesperanza que guíen a intentar suicidarse.

Es importante destacar que la mayoría de las personas que experimentan estos factores de riesgo no intentan quitarse la vida, pero es conveniente prestar atención a cualquier señal de alerta y buscar ayuda profesional si se sospecha que alguien puede estar en riesgo.

El suicidio es un problema de salud pública

Según datos recientes de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la organización Mundial de la Salud (OMS), existe un aumento significativo del reporte de casos a través del tiempo; en México en 2021 se observaron 8,447 suicidios consumados, 1,224 más que en 2019 (INEGI, 2021), significando una tasa de 6.2 por cada 100 mil habitantes. La ocurrencia más alta fue en jóvenes de 18 a 29 años y más frecuente en hombres que mujeres. Dato importante, por cada suicidio consumado hay al menos 20 intentos de suicidio no letales. (Paricia, 2022)

En cualquier caso, las tentativas suicidas deben interpretarse como un foco de alarma ante el cual se debe estar alerta y atenderlo para evitar que se consume el acto y así prevenir suicidios. La esperanza puede terminarse en cualquier momento y está en nosotros buscar los medios para reanimarla y mantener la vida de la persona; sin embargo, aunque se busquen las herramientas internas para tener motivos de seguir, lo más adecuado es buscar redes apoyo: familiares, amistades y servicios de apoyo clínico, privados o públicos para contar con los elementos que cobijen en esa etapa de necesidad, donde se conjuga la toma de decisiones autónomas que definen nuestro futuro con la aparente necesidad de cumplir ciertos roles y responsabilidades que en ocasiones nos imponemos o nos impone el entorno familiar y social.

Ante datos tan alarmantes y con el trabajo constante de gobiernos e instituciones para actuar ante este hecho, se ha observado que pacientes que buscan cómo suicidarse o que tienen ideas suicidas muestran menor habilidad para la solución de problemas. El dilema parece ser mayor en especial cuando se trata de solución de problemas interpersonales tras un cambio de estado de ánimo; en pruebas psicológicas de habilidades para la solución de problemas sociales los pacientes con intento de suicidio perciben sus problemas de forma más negativa y con menor capacidad para hacerles frente; también se perciben con menor capacidad para hacer cambios adaptativos al entorno social, lo cual se ha asociado con mayor impulsividad. (Sánchez Loyo et al., 2014).

¿Qué hacer ante una tentativa suicida?

Si has tenido una tentativa suicida o conoces a alguien que lo haya intentado, es fundamental que busques ayuda profesional inmediata. Aquí te compartimos sugerencias que pueden ser útiles:

  • Busca ayuda. No tengas miedo a pedir ayuda. Habla con alguien en quien confíes, como un amigo, familiar o profesional de la salud mental. También puedes llamar a una línea de ayuda de tu país.
  • No te aísles. Trata de mantener el contacto con las personas que te quieren y te apoyan. Si te sientes sólo, busca compañía y evita aislarte.
  • No te culpes. La tentativa suicida no es tu culpa. Recuerda que es una situación que requiere atención y tratamiento.
  • Sigue el tratamiento. Si se ha recomendado tratamiento, asegúrate de que se sigan las indicaciones de los profesionales de la salud mental. El tratamiento puede incluir terapia, medicación u otros enfoques según el caso particular.
  • Busca actividades que te gusten. Trata de involucrarte en actividades que te hagan sentir bien: hobbies, deportes, música o arte. Esto puede ayudarte a distraerte y a mejorar tu estado de ánimo.
  • Prioriza tu salud. Cuida tu cuerpo y tu mente. Esto incluye dormir lo suficiente, comer de forma saludable, hacer ejercicio y evitar el consumo de alcohol o drogas.

Recuerda mantener la esperanza si te has sentido identificado con algunas características mencionadas o conoces a alguien que lo esté o haya experimentado; es prioritario saber que la tentativa suicida no es el final. Puedes recuperarte y superar esta situación con la ayuda adecuada. Mantén la esperanza y sigue trabajando en tu recuperación.

Referencias

Gándara  Jesús J., G. A. (2012). Dialnet. Obtenido de Cuadernos de medicina psicosomática: Dialnet-PoesiaMelancoliaYSuicidio-4393268.pdf

Lozano Serrano, C. e. (2004). Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. [online]. Obtenido de Estudio descriptivo del parasuicidio en las urgencias psiquiátricas.: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=

Paricia, A. C. (Septiembre de 2022). IMSS artículos. Obtenido de Hablemos de suicidio: https://www.gob.mx/imss/articulos/hablemos-de-suicidio

Sánchez-Loyo, L. M., Morfín-López, T., García de Alba García, J. E., Quintanilla Montoya, R., et al. (2014). Intento de suicidio en adolescentes mexicanos: perspectiva desde el consenso cultural. Acta de Investigación Psicológica, 4 (1), 1446-1458.