5 consejos para ejercitar tu cerebro

Conectado a la médula espinal mediante un haz grueso de largos nervios que corren por la columna, el cerebro es la parte del cuerpo que está íntimamente vinculada con la vida psicológica. Todas las funciones mentales que realizamos requieren de la operación íntegra de este órgano vital, de ahí, la importancia de su ejercitamiento constante.

Para que un individuo pueda realizar acciones voluntarias o incluso involuntarias, necesita de las neuronas, pequeñas células individuales del sistema nervioso, cuya función es transmitir determinados estímulos.

En teoría suena complejo, pero es un proceso que no realizamos conscientemente, pero que se puede estimular para optimizar su funcionamiento.

A continuación enlistamos 5 consejos para ejercitar tu cerebro:

■ Comprensión lectora. La lectura es un ejercicio cognitivo a partir del cual una persona entra en contacto con un texto que le permite crear nuevos significados a través de su interpretación. La actividad de leer promueve la capacidad de concentración, imaginación y recreación; esto auxilia la interconexión neuronal, ya que estimula el libre tránsito.

■ Memorizar. Diariamente tratamos de recordar detalles triviales, hacerlo de manera continua significa concentrarse, esto ayuda a focalizar la energía psíquica en algo. Es un proceso donde se integran estrategias cognitivas superiores, puesto que ayudan a establecer asociaciones, crear relaciones y formar nexos.

■ Relajarse. Daniel Gomean en su libro “Inteligencia emocional”, expone que existe una correlación de un buen estado emocional como la seguridad, la autoestima, el control de la impulsividad, etc., con el desarrollo cognitivo, en concreto con el aprendizaje. El autor asevera que un adecuado descanso y óptimo estado de ánimo aseguran la consolidación de la memoria.

■ Actividad física. El cerebro controla el comportamiento activando músculos y produciendo secreción de químicos como las hormonas; el ejercicio disminuye la muerte neuronal, induce al nacimiento de otras neuronas y funge como recompensa al estar en constante movimiento, ya que el sedentarismo es un degenerativo cognitivo.

■ Aprender un idioma extranjero. Estudiar una lengua extranjera potencializa las funciones intelectuales, esto se logra gracias al sistema asociativo entre el idioma nativo y la lengua extranjera. Practicar otro idioma incrementa nuestra capacidad cognitiva y opera como reserva contra enfermedades neuronales.

En el cerebro recaen las responsabilidades de la cognición, las emociones, la memoria y el aprendizaje, su estimulación redunda en un funcionamiento pleno no solo de nuestras actividades cotidianas sino de nuestros procesos de aprendizaje; por esta razón, su ejercitación debe ser diaria para mantener vivas y en movimiento el  máximo de neuronas posibles.

Adair Rodríguez
UTEL Editorial