¿Cómo detectar si tu noviazgo es violento?

La relación de un noviazgo es diferente a la matrimonial y a veces el abuso y la violencia se presentan de forma menos obvia, y de cierta forma. Aunque si bien el maltrato solo en pocas ocasiones pueda llegar a ser físico de todas formas consiste en un abuso, ¿Cómo detectar si tu noviazgo es violento?

Las causas más comunes violencia y abusos no físicos en el noviazgo son las siguientes: los agresores tienen una educación en la que ha sido común la violencia, ya sea familiar o social; problemas económicos que ocasionan ansiedad y estrés canalizados de forma errónea; trastornos psicológicos ocasionados por relaciones o traumas pasados. El sexo femenino adolescente es el que comúnmente es la víctima, sin embargo también existe un porcentaje masculino, en estos tipos de abusos, el agresor cuenta con el consentimiento de la víctima, pues constituye algo “aceptable”.

Todas las relaciones humanas tienen diversas implicaciones y son complejas de acuerdo con los individuos, sin embargo el momento en el que el agresor se vale de acciones como ridiculización, burlas, e indiferencia en exceso, y como armas para controlar, existe un abuso y violencia diferente a la física. La violencia pasiva en el noviazgo, ejercida por el agresor y aceptada por la victima puede desencadenar graves problemas psicológicos a largo plazo.

Si tú sospechas que eres víctima de este tipo de violencia puedes acudir al Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) que proporciona una línea telefónica gratuita que proporciona información y asesoría psicológica mediante personal especializado. Puedes encontrar números y más información en http://www.imjuventud.gob.mx/. También el IMJUVE cuenta con servicios de canalización y de atención psicológica en caso de que los problemas de los individuos resulten demasiado complejos y de cuidado.

Si tu recibes burlas o intimidaciones por parte de tu pareja de forma regular y te sientas incomoda(o) o frustrada(o) debido a esto, no tengas dudas en acudir a la información del IMJUVE pues muchas veces los individuos que la padecen son los últimos en aceptarlo, y se hace necesario ayuda profesional.

 Ernesto Uranga

UTEL Editorial