Consejos para solucionar el ciberbullying

A raíz del desarrollo tecnológico y el progreso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), han emergido problemáticas de índole social, una de ellas el “Ciberbullying” que ha dado de qué hablar por las múltiples maneras que el acosador tiene para vulnerar a su víctima, además de que no hay una legislación consistente que haga frente a esta situación.

El ciberacoso es el empleo de las herramientas de la informática tales como: redes sociales, mensajería instantánea, blogs y páginas hechas expeditamente para calumniar a una o varias personas.

Se necesitan cuatro elementos para completar el típico cuadro del ciberbullying: un acosador, una víctima, un medio de difusión de información y un público receptor que retroalimente.

Lo que el acosador pretende es el hostigamiento de la víctima mediante el envío continuo de mensajes hostiles, normalmente basados en infundios y ridiculización; sus tácticas están encaminadas a causar estrés, angustia e irritación, suelen infundir miedo mediante amenazas y comentarios de índole sexual.

El acoso cibernético normalmente proviene de personas de la misma edad, por lo regular se trata de menores enemistados por cualquier razón dentro de la escuela o lugar de residencia. Otro caso de ciberbullying se puede dar de adultos contra jóvenes, quienes psicológicamente no suelen estar preparados para hacer frente al hostigamiento de un mayor.

El modus operandi del acosador es predecible, contacta a su víctima a través de una red social o sistema de mensajería, compila todos los datos posibles de él: fotos, contactos, publicaciones etc., en ocasiones usurpa las contraseñas mediante programas “espía”, indaga sobre sus relaciones sociales y busca información comprometedora o “puntos débiles”, posteriormente lo asedia incesantemente hasta conseguir su propósito; estos varían de acuerdo a la edad.

Al tratarse de jóvenes lo que se pretende es mostrar superioridad y someter al acosado a la humillación pública al difamarlo. Cuando se da de un adulto a un menor, suele tener intereses de tintes sexuales o buscar un beneficio económico (este es el modo más grave de acoso ya que la víctima corre un riesgo físico). Por último el acoso entre mayores, aquí la intención es injuriar, puede ser por celos irracionales, obsesión amorosa o simple resentimiento.

Para evitar el ciberbullying es conveniente:

– Utilizar diferentes contraseñas. Solemos utilizar una misma contraseña para servicios como mensajería, redes sociales, foros y PC. Es importante tener diferentes passwords para evitar el hackeo, así como combinar números, letras y signos.

– Cambiar periódicamente contraseñas. Es necesario establecer sustituir las claves periódicamente, así se evitará ser blanco fácil para los acosadores.

– Programas de rastreo o antivirus. Contar un software adecuado ayudará a saber quién está revisando nuestra PC o tiene enlazada nuestra IP, se recomienda ponerlo en marcha un par de veces al mes.

– Contarle a amigos y familiares. Pedir el auxilio de conocidos y parientes contribuye a no sentirse solo, el apoyo de estas personas puede mostrar alternativas de cómo actuar en consecuencia. Dar parte a las autoridades es un paso necesario.

Hacer consciencia sobre el manejo de nuestra información en la web es muy importante, hay que ser cuidadoso con lo que publicamos y subimos a la red, muchas veces el entusiasmo o emoción nos conduce a notificar nuestras acciones en las redes sociales, sin embargo antes de proceder habría que preguntarse a uno mismo ¿realmente la gente se tiene que enterar de mis actividades diarias?

Adair Rodríguez
UTEL Editorial