En UTEL nos gusta romper paradigmas y nos emociona cuando alguien es capaz de seguir sus sueños con tanta pasión que le lleva a conseguir resultados extraordinarios.
Por ello, celebramos con mucho orgullo a la Selección Femenil de Futbol Americano de nuestro país, quienes tuvieron una increíble participación en la tercera edición del Campeonato Mundial Femenil de Futbol Americano IFAF 2017, llevado a cabo el pasado mes de junio en Canadá.
Esta es la primera vez en la historia del futbol americano en México, que una selección femenil nos representa a nivel mundial, y lo ha hecho a lo grande al conseguir ubicarse como la tercera mejor selección del mundo, luego de vencer a Gran Bretaña 19 – 8 y posteriormente a Australia 31-10, equipo que también debutó y con expectativas por encima del equipo mexicano.
Reconocemos el esfuerzo grupal, pero sobre todo el empeño individual de cada una de las chicas y todo su equipo, pero especialmente queremos reconocer a una integrante de la familia UTEL.
Se trata de Marlen García Garcés, quien compagina su trabajo en el área de servicios escolares, dando seguimiento de las alianzas que tiene la universidad, con su pasión con el futbol americano, en donde se desempeña como rush o ala defensiva.
A diferencia de otro deporte, el futbol americano requiere de muchísima disciplina y preparación física, ya que de lo contrario incrementan las posibilidades de resultar lesionado. Por ello, Marlen tuvo que encontrar la fórmula para equilibrar su trabajo en UTEL, con sus horas de ejercicio y entrenamientos.
El escenario ideal para ella y todo el equipo de personas que conforma el representativo mexicano, sería tener el mismo apoyo que otros deportes en nuestro país y poder dedicarse entera y profesionalmente al futbol; sin embargo hasta el momento eso no es posible, por lo que todas han tenido que esforzarse al doble, entrenar sin las condiciones que sus pares en otros países, sacrificar horas de descanso, tiempo con la familia, vida social e incluso en alimentación y por si fuera poco, lidiar con la desconfianza de personas e instituciones que no creen en ellas y la idea arcaica, de que es un juego exclusivo de hombres.
“Nada nos limita, creo que como mujeres no hay algo que te limite a que corras más rápido, a que brinques más alto, o que puedas hacer las cosas tan bien o mejor que las hace un hombre, simplemente es determinación, que tú lo creas y que te prepares para hacerlo.”
Entre las ventajas del equipo mexicano por encima de sus contrincantes, Marlen comenta que tuvieron que replantear su estratégica y enfocarse en la velocidad y técnica, con lo que pudieron compensar las diferencias de complexión y fuerza. Otro diferenciador del equipo mexicano y que las seleccionas de otros países destacaron, es que “juegan con el corazón”, y es que a pesar de todo predominó la buena actitud de las chicas y eso, incluso, resultaba intimidante.
“Las únicas limitantes son mentales. […] Como país, creo que nos falta creernos lo buenos que podemos ser haciendo las cosas, en cualquier cosa, no nada más en los deportes, en cualquier actividad, en el arte, en la música, en lo que se te ocurra. Porque podemos ser tan buenos como cualquier otro país, pero no nos la creemos.”
Sobre cómo relaciona el deporte con su vida diaria, Marlen afirma que:
“La manera en la que tomas enserio las cosas que te gustan, definen la manera en la que vas a llevar tu vida, creo que tienes que arriesgarte todos los días. Nosotras jugamos un deporte, que requiere mucha fuerza tanto física como mental, y creo que eso nos ha ayudado, o por lo menos a mí, a enfrentar ciertas cosas en la vida. Simplemente a no rendirme o darme por vencida porque algo me está doliendo mucho, esto me ha enseñado a que a pesar del dolor, puedo levantarme, sacudirme y decir ´va de nuevo´ y ahora lo voy a enfrentar con más fuerza o con más inteligencia, o le voy a poner más corazón. Creo que eso ha definido mucho la persona que soy ahora.”
Felicidades Marlen y felicidades a todas las chicas de la Selección Femenil de Futbol Americano, porque hoy saben que sin duda alguna todo su esfuerzo ha valido la pena, por la increíble satisfacción de ser las primeras en lograr algo como esto y por ser referente de que cuando deseamos algo, se puede lograr.
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Haydeé Jaime López
UTEL Editorial